GESTIÓN PARTICIPADA DE EQUIPAMIENTOS PÚBLICOS
Para la creación de modelos de gestión participada de equipamientos públicos, es necesario poner en marcha procesos de reflexión y construcción que definan criterios consensuados acordes a las necesidades conjuntas de todas las partes vinculadas.
Se construyen desde la diversidad de saberes y experiencias personales y colectivas y, sobre todo, desde las peculiaridades de los territorios y sus identidades. Aportan criterios globales a la heterogeneidad de realidades que puedan existir. Y generan una nueva cultura de participación basada en la apertura a las distintas posturas; en la preocupación por dialogar y compartir las distintas visiones; y en llegar a acuerdos colectivos para ponerlos en marcha.
Utilizar el consenso, como herramienta para tomar las decisiones, permite que aumente el nivel de satisfacción en relación a los espacios públicos. La ciudadanía se siente parte de los equipamientos y los hace suyos, mejorando la convivencia entre los diferentes colectivos y personas que los usan, y con las administraciones implicadas.
Son procesos lentos pero con resultados profundos que garantizan la sostenibilidad a largo plazo. Pasan necesariamente por la horizontalidad de las relaciones y la transparencia. Generan corresponsabilidad y aumento en el compromiso con los objetivos y resultados. Y mejoran la comunicación entre todos y todas, con la creación de espacios estables de encuentro, reflexión e intercambio entre políticos, vecinos, colectivos y técnicos.